Cuando alguna madre me dice que le va a comprar una tortuga a sus hijos les recuerdo que el tener una tortuga (o cualquier otro animal) no es un juguete. Que las hay que cuidar, que van a crecer y que van a necesitar un acuario grande, que necesitan una isla, un calentador, un filtro y otros cuidados. Algunas madres me miran raro, como preguntándose si lo que digo es verdad o si estoy loca.
A las tortugas del parque creo que el propio ayuntamiento se encarga de darles de comer, o eso me dijo una amiga que suele pasear a menudo por allí.
Fotos sacadas en agosto de 2019
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