Hace ya tiempo que no escribo tan a menudo en el blog. No es que no quiera, de echo muchas veces se me ocurren cosas que debería poner en el blog, pero luego va pasando el tiempo y esas ideas quedan en el olvido (o ya no me parecen cosas tan interesantes). La verdad es que tienen razón algunos amigos cuando me dicen que escribir un blog sobre una tortuga es una tarea un poco complicada ya que no hay mucho que contar sobre una tortuga. La verdad es que sí que hay mucho que contar sobre ellas, hay cosas que la gente de a pie no sabe (yo me incluyo) y por eso leo libros y enciclopedias, así como artículos en la red. Luego, si hay algo que me interese, lo resumo y lo publico. Pero como dije al principio, ya hace tiempo que no escribo tan a menudo. El "problema" es que no tengo tiempo para hacerlo; el trabajo y el día a día me lo hacen imposible, pero intentaré publicar cuando tenga algún hueco (como ahora mismo)
A kai la sigo sacando a pasear por casa, pero ya no por el jardín, ya que hay bichitos. Le gusta mucho hacer esos paseos por la tarima y las alfombras, jeje. Cuando se cansa viene hacia mis pies, se sube a las zapatillas de casa y otra vez para el acuario. En el acuario se está muy bien, con el agua calentita.
Siempre que da sus paseos le suelen caer algunas placas del espaldar o del plastrón (algunas veces le ayudo a que se le suelten, ya que las tiene casi sueltas pero no le llegan a caer)
En la foto se puede observar los dos tipos de placas. Las oscuras son del espaldar (caparazón) y las transparentes son del plastrón (la parte de abajo de la tortuga)
*Una curiosidad: Los márgenes de las placas del plastrón no se corresponden con los huesos que hay debajo. Una pensaría que sí, pero ya veis...
¡Como le gusta que le saquen fotos!
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